En la actualidad, los robots comerciales e industriales son ampliamente
utilizados puesto que realizan tareas con más precisión que los humanos y
con menor costo también. Se utilizan con mucha frecuencia en tareas que
son peligrosas, sucias y tediosas para los humanos, como la búsqueda y
rescate de personas, así como para localizar bombas en zonas de guerra o
en las ciudades.
En el sector industrial se usan los robots en plantas de manufactura,
montaje y embalaje, en transporte, en exploraciones en la Tierra y en el
espacio, en cirugía, armamento, laboratorios de investigación y en la
producción masiva de bienes industriales de consumo.
En laboratorios de investigación, recientemente científicos de la
Universidad de Aberystwyth, en Gales, logró crear al colega perfecto, un
robot “con conocimiento científico” capaz de realizar cientos de
experimentos repetitivos sin aburrirse.
El robot, llamado Adam, es la primera máquina que logra descubrir de
manera independiente nueva información científica, identificando el
papel de varios genes en células de levadura y además es capaz de
planificar más experimentos con sus propias hipótesis.
En medicina, aunque en esta área ya hay varias aplicaciones, como la
gran cantidad de robots quirúrgicos aplicados a la Urología,
Ginecología, Cirugía, Pediátrica, General y Torácica. Y como aquellos
usados en procedimientos de cirugía poco invasiva, También los hay de
aquellos que se utilizan en los laboratorios en el transporte de
muestras biológicas y químicas.
Recientemente, en abril de 2009,
científicos belgas crearon y presentaron un robot forrado de peluche
destinado a ayudar a curar a niños hospitalizados. Este robot fue
inventado por científicos belgas y el objetivo de sus creadores es que
los niños establezcan un puente emocional con él para ayudar a su
curación. “Probo” es el nombre del robot y está preparado para
desplazarse, hablar, reconocer las expresiones del rostro de sus
interlocutores, interpretar las emociones y reaccionar en consonancia.
En el cuidado de personas, se trata de una aplicación muy reciente pero
de mucha demanda en países con escasez de mano de obra, como China y
Japón que por sus propias tradiciones culturales -el cuidado de los
ancianos no se deja en instituciones, como asilos, sino en su propia
casa-, resultarían de mucha utilidad en esas sociedades.
De acuerdo a cifras del gobierno Chino,160 millones de personas son
mayores de 60 años, lo que requiere de un enorme contingente de personal
que se haga cargo del cuidado de los ancianos. Pero como tal número de
asistentes sociales no estaría disponible en el país, el gobierno ha
estado apoyando iniciativas tendientes a resolver este problema
impulsando proyectos de desarrollo de robots que se transformen en los
“ayudantes de cámara” de estos ancianos y les puedan llevar comida y
medicinas, hacer sonar las alarmas en caso de que en la casa haya
escapes de agua o de gas, mandar mensajes de texto o vídeo a familia y
amigos e incluso cantar canciones o jugar al ajedrez. Estos robots
estarían disponibles a los adultos mayores en dos o tres años más.
En exploración, es donde los robots están reemplazando a los humanos,
especialmente en la exploración del fondo oceánico y en exploración
espacial. Para esas tareas se suele recurrir a robots del tipo
artrópodo.
En educación, se trata de un humanoide que puede expresar emociones de
alegría, disgusto, enojo y tristeza. Es de origen japonés y esperan que
pueda reemplazar, en diez años, a los cirujanos de guerra
Saya es el primer robot profesor. Su creador, el científico Hiroshi
Kobayashi, trabajó en el proyecto cerca de 15 años. Habla varios idiomas
y puede dictar actividades de libros de texto.
Saya dio sus primeras
clases, durante un trimestre, en una escuela primaria de Tokyo. Tras
pasar esta primera prueba, la idea fue adoptada en Gran Bretaña.
En
construcción, se trata de un trío de robots, Hydras-Ascent,
Hydras-Ascent II y el Circa en forma de serpiente, todos ellos autónomos
y diseñados por el Laboratorio RoMeLa (por sus siglas en inglés del
Robotics and Mechanisms Laboratory) del Instituto Politecnico y
Universidad Estatal de Virginia (Virginia Tech), en Estados Unidos en
2008, para reemplazar a obreros en la realización de tareas riesgosas,
como la inspección de edificios de gran altura o de los pilares de
puentes sumergidos en el agua, mediante movimientos oscilantes,
parecidos a los que realiza una serpiente para desplazarse.
Estas
máquinas cuentan en su interior con sensores y cámaras que permiten
inspeccionar las estructuras o llevar a cabo otras tareas que hoy día
realizan los humanos, y que son peligrosas. Cada una de ellas mide
aproximadamente un metro de longitud
Recientemente, Junio 2009,
científicos del mismo Laboratorio RoMeLa han desarrollado un robot único
que puede sujetar con firmeza objetos tan duros como una lata de
cerveza o tan delicados como un huevo crudo, además de ser lo
suficientemente habilidoso como para hacer gestos del lenguaje de los
signos.
El Robot bautizado con el nombre RAPHel (Robotic Air Powered Hand with
Elastic Ligaments o “Mano Robótica impulsada por Aire con Ligamentos
Elásticos”), consiste en una mano robótica completamente articulada e
impulsada por un tanque compresor de aire de una presión de más de 4
atmósferas (1 atmósfera es la presión a nivel del mar).
Su diseño de alimentación por aire es lo que hace a esta mano única,
dado que con él (la máquina) no necesita de ningún tipo de motor, además
que su fuerza para asir objetos puede ajustarse con solo cambiar la
presión del aire. Esta mano está destinada al primer robot humanoide
bipedo y andante fabricado integramente en Estados Unidos, de nombre
Charli.